El tabaquismo activo y pasivo es un factor de riesgo para desarrollar neumonía sobre todo a partir de los 60 años

El tabaquismo es uno de los principales factores que influyen en el desarrollo de una neumonía, ya que incrementa las posibilidades de contraer una infección bacteriana pulmonar, incluso en fumadores pasivos, sobre todo a partir de los 60 años de edad. Por tanto, el riesgo de desarrollar una enfermedad de este calibre disminuye de forma drástica al dejar el tabaco.

Por esto, evitar el tabaquismo a partir de los 60 años resulta fundamental a la hora de prevenir enfermedades pulmonares como la neumonía.

La NAC (Neumonía adquirida en la comunidad) es una importante causa de mortalidad en los países desarrollados. Por eso, juntar dos factores de riesgo como son el tabaquismo y la edad es muy perjudicial para los pacientes. Además, se han realizado diferentes estudios que demuestran que el tabaquismo incrementa el riesgo de neumonía y puede alterar la respuesta inmune del organismo frente a los gérmenes potenciales que son causantes de esta enfermedad.

Aun así, existe un punto positivo de todo esto, y que el riesgo asociado al tabaquismo desaparece cuando se deja de fumar y el riesgo llega a reducirse hasta un 50% después de cinco años.

Expertos afirman que existe una importante evidencia epidemiológica y científica sobre el efecto del tabaco en el desarrollo de neumonías adquiridas en la comunidad. Además, afirman que hay una relación “dosis – respuesta”, es decir, cuanto más se ha fumado a lo largo de los años, mayor es el riesgo. Con respecto al tabaquismo pasivo, también es un importante factor de riesgo. Aunque es cierto que se ha reducido notablemente desde que no está permitido fumar en numerosos espacios públicos, estos datos confirman que el tabaquismo pasivo es ya una realidad que afecta a gran parte de la población. El tabaquismo en el domicilio es uno de los principales causantes de esto, y que puede desembocar en numerosas enfermedades pulmonares.

Prevención de la neumonía por tabaquismo:

Dejar el hábito del tabaco, puesto que es el principal factor de riesgo. Recomendación por parte de los expertos de la vacuna antineumocócica a todos los fumadores activos y pasivos de más de 60 años. Mantener una buena higiene bucodental. Prevenir las infecciones respiratorias de vías altas.