La oxigenoterapia en deambulación

La oxigenoterapia es, tras la CPAP, la segunda terapia respiratoria más prescrita, y representa un 20% del total de las terapias en el domicilio: por cada 100.000 habitantes, 264 personas son tratadas con oxigenoterapia. Este tratamiento está indicado para prevenir la hipoxemia, e incrementar la supervivencia de los pacientes con EPOC (Enfermedad Obstructiva Crónica), principal insuficiencia respiratoria en nuestro país. En España, un 27,3 % de los enfermos de EPOC están tratados con oxigenoterapia, indicada para un mínimo de 15 horas diarias, un requisito indispensable, ya que su incumplimiento (en menos del 80%) reduce los beneficios comprobados.

En pacientes que requieren una mayor demanda de oxígeno por desaturación, o son activos y no restringen el tratamiento al domicilio, pueden optar por la oxigenoterapia en deambulación. Esta modalidad de aporta libertad al paciente, además de un incremento en su calidad de vida: podrá salir de casa durante largos periodos de tiempo, y realizar ejercicio físico sin que influya sobre su eficacia. Según explica el SEPAR, en pacientes con EPOC de grado moderado a grave y en situación de insuficiencia respiratoria crónica, la oxigenoterapia portátil a corto plazo parece tener un beneficio claro en la capacidad de ejercicio y la mejora de la disnea.

Pero, ¿qué requisitos deben cumplirse para que un médico especialista prescriba una fuente de oxígeno portatil?

El paciente debe tener diagnosticada una insuficiencia respiratoria que, por su gravedad, requiera un fuente de oxígeno de forma continua, durante más de 15 horas al día. Las excepciones se pueden dar en pacientes normoxémicos en reposo pero que presentan desaturación al esfuerzo. Realizar actividades físicas, laborales o sociales durante largos periodos de tiempo que superen las 3 horas al día en los 4-5 días de la semana. Los candidatos a un trasplante pulmonar y los afectados por hipertensión pulmonar o fibrosis pulmonar.

Los pacientes que presenten saturación de oxígeno basal inferior o igual al 80%, y los que presenten una clara limitación al esfuerzo que mejore con la administración de oxígeno portatil. Por el contrario, se debe evitar la oxigenoterapia en deambulación cuando el paciente no realiza actividades fuera del domicilio, o incumple el tratamiento domiciliario, que se produce en el momento en el que su uso es inferior a las 15 horas de prescripción. Tras dos meses de tratamiento, debe revisarse la utilidad del tratamiento, y comprobar que las horas de tratamiento al día son las indicadas.

Los concentradores de oxígeno transportables y el oxígeno líquido, son las dos fuentes de oxígeno portátiles. La principal ventaja que ambos presentan es la facilidad con la que pueden ser recargados y utilizados tanto en el domicilio como en los desplazamientos. Los concentradores de oxígeno portátiles suministran el oxígeno en la inspiración (por pulsos) o de forma continua (inspiración y espiración). Así, son utilizados para administrar oxígeno cuando se demanda a través de “bolus” en la inspiración.

La libertad de movimientos que proporciona, además de la posibilidad de recargar la batería en cualquier enchufe, lo convierten en uno de los dispositivos más utilizados para la oxigenoterapia en deambulación. Otro de las fuentes portátiles de oxígeno, es el oxígeno líquido, que se almacena en nodrizas con capacidad para suministrar el tratamiento entre 5 y 7 días, según el consumo del paciente. Su transporte se realiza en pequeñas mochilas con autonomía que oscila entre 4 y 8 horas.