La EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, es una de las principales causas de muerte en todo el mundo, una patología respiratoria que padece el 10% de los adultos de más de 40 años, y provocó en 2015 cerca de 3,17 millones de muertes por esta enfermedad. Pero, ¿cuál es la causa principal de este enfermedad respiratoria crónica? El tabaco está detrás de la siguiente cifra: el 80 por ciento de los pacientes con EPOC son o han sido fumadores. Si bien esto no significa que los no fumadores estén exentos de padecer la enfermedad, el riesgo es mucho más bajo.
La tos, expectoración y flemas son los síntomas más frecuentes de una persona con EPOC. Sin embargo, los pacientes que todavía no han sido diagnosticados creen que se trata de los síntomas de un catarro, lo que provoca el infradiagnóstico de esta enfermedad. Además, y según explica Patrica Sobradillo, neumólogo y miembro del Área de EPOC de la Sociedad Española de Neomología y Cirugía (SEPAR), otro de los síntomas frecuentes que hay que tener en cuenta es la “reincidencia de los catarros”.
“El ahogo o falta de aire aparece al principio cuando se hacen grandes esfuerzos o se carga peso, pero al cronificarse se produce durante el reposo”, indica Sobradillo, quien recomienda acudir al médico si se presentan los síntomas antes citados.
¿Qué podemos hacer cuando te diagnostican la EPOC?
Paso 1: Dejar de fumar aunque ya se padezca la enfermedad. Este paso es muy importante para evitar que la enfermedad vaya a más.
Paso 2: Seguir una dieta equilibrada prescindiendo de comidas que puedan provocar hinchazón y bebidas gaseosas que puedan aumentar la sensación de ahogo. Se debe incluir frutas y verduras y evitar el consumo de legumbres, además de la col y el pepino. De igual manera, el consumo de lácteos se recomienda por el aporte de calcio, pero se elimina otros líquidos como la cafeína.
Paso 3: ¿Correr? Según la especialista, andar es el mejor ejercicio para los enfermos de EPOC. Además se deben incluir ejercicios de brazos, aunque lo más recomendado es ser constante en la realización de los ejercicios.
Paso 4: Seguir con la rutina a pesar de la aparición del ahogo y el progreso de la enfermedad.