Alrededor del 10% de las personas mayores de 40 años padecen EPOC, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica que provocó cerca de 3,17 millones de muertes en 2015. Para los enfermos de EPOC es recomendable seguir unos hábitos alimenticios y una vida activa, ya que el paciente de EPOC suele presentar una alteración en su peso. Esto es debido a que al disminuir la función pulmonar, se deteriora el estado nutricional y, a su vez, aumentan las necesidades de energía.
Sin embargo, en pacientes graves la desnutrición suele ser frecuente, afectando a un 50% de los casos. Y, además, puede provocar agudizaciones de la enfermedad, debido a que empeora la función pulmonar, y por ende la calidad de vida y la fuerza muscular disminuye.
Desde Salud en Casa queremos darte algunas recomendaciones, tanto si sufres sobrepeso o presentas bajo peso. ¡Toma buena nota!
Enfermos de EPOC con sobrepeso.
Algunas personas con EPOC tienen problemas para bajar de peso. Y eso puede tener consecuencias, ya que la sensación de falta de aire puede aumentar. Además, el sobrepeso lleva asociado un riesgo alto de padecer enfermedades coronarias, diabetes y presión alta.
Para evitar estas consecuencias, la recomendación más saludable es seguir una dieta para conseguir bajar ½ kilo cada semana. Sobre todo evita la pérdida de peso rápido, ya que eso lleva asociado una reducción del músculo y líquido corporal. Para ello, deba un registro de los alimentos que consumes. Esto le ayudará a mejorar la calidad y cantidad de la alimentación diaria.
Ten presente que la disminución de peso influirá directamente sobre la disnea, disminuyendo el ahogo y mejorando el nivel de energía y el estado general de la salud.
Enfermos de EPOC con bajo peso
Para los enfermos de EPOC que necesiten aumentar de peso es recomendable añadir a la dieta grasas y aceite no saturados (aceite de oliva o mantequilla). De esta forma se consumirá más calorías sin ingerir mayor cantidad de alimentos, y además de forma saludable.
Entre los alimentos recomendados destacan las bebidas altas en calorías, sin cafeína ni alcohol, como zumos de frutas, la leche de soja. Otras bebidas como el té, el café o las bebidas carbonatadas no son recomendables porque no aportan las calorías adicionales necesarias.
Las nueces, las avellanas y los frutos secos son una excelente fuente de proteínas y grasas saturadas en general.
Cómo comer; consejos diarios
-Comer entre 5 y 6 veces diarias, sin saltarte ninguna de las comidas. De esta forma logramos aligerar la carga respiratoria.
-Sin embargo, hay que evitar a toda cosa comer en exceso.
-En el caso de que haya disnea al comer, deberás alimentarte a través de dieta blanda, fácil de masticar y textura suave.
-Elija platos fáciles de preparar y que sean ricos de sabor para evitar la falta de apetito.
-No coma de pie. Intenta hacerlo sentado.
-Si utilizas oxígeno, deberás usarlo antes y después de la comida, ya que este acto requiere de cantidades de energía y demanda de oxígeno.
-Si sufre de gases, no ingieras alimentos como las legumbres, las coles, el melón, la cebolla o bebidas con gas. El exceso de gases aumenta la disnea.
-Evita comer carnes curadas ya que aumentan la inflamación de los tejidos y afectan la función pulmonar.
-Se recomienda beber mucho líquido, alrededor de 1,5. Sin embargo, si retiene líquido y nota la hinchazón de los tobillos, siga las recomendaciones de su médico. Controle el consumo de sal, ya que incrementa la retención de líquidos.