El tratamiento con CPAP, el dispositivo de presión positiva continua en la vía aérea, es el indicado para los pacientes Apnea Obstructiva del Sueño. Esta enfermedad, frecuente entre en un 5 y 9 por ciento de la población, se manifiesta cuando las vías respiratorias se bloquean interrumpiendo el paso del aire. Es el momento en el que se producen los despertares del sueño.
Para mejorar el descanso de estas personas, la CPAP detiene las apneas e hipopneas gracias a la entrega de una corriente de aire comprimido a través de una manguera que lo traslada a la máscara nasal. Así mantiene la vía aérea abierta bajo la presión del aire.
Pero, ¿qué presión necesita la máquina CPAP para que sea eficaz?
Después de realizar la polisomnografía en un centro especializado y supervisado por un técnico profesional, se determinará el índice de apnea e hipopnea del paciente. De esta forma, se valorará la presión a la que soplará aire la máquina CPAP, medida en centímetro de agua (cm H20).
La presión que necesitan para que la terapia sea eficaz se encuentra entre 6 y 14 cm H20. Sin embargo, según la unidad, una máquina de CPAP puede suministrar una presión de entre 4 y 20 H20, mientras que las más especializadas pueden llegar hasta un presión que oscila entre 25 o 30 H20. Mejoría en la primera noche de tratamiento. Si la máquina y la presión que suministra es la adecuada, la mejora comienza la primera noche: el paciente recupera la calidad del sueño, pero también su pareja, que hasta el momento soportaba el ruido de los ronquidos durante toda la noche.
Después de dos o tres meses de uso, los pacientes deben volver a consulta para informar al médico del correcto funcionamiento de la CPAP. El cuestionario de Epworth (cuestionario de somnolencia) determinará si la máquina está siendo o no efectiva para el paciente. También se dan casos en los que el paciente aumenta de peso y la presión de la CPAP ya no es la idónea, de modo que tendrá que acudir a su especialista para que la regule. Seguimiento constante que detecta posibles molestias durante el tratamiento. Al ser una enfermedad crónica, el tratamiento con CPAP debe ser supervisado por enfermeros especialistas que detecten posibles molestias durante los primeros meses de tratamiento.
Estas son algunas de las preguntas más frecuentes: Si está cómodo/a con la máscara. El número de horas que duerme. Si se mantiene los ronquidos. Si nota irritabilidad en los ojos o sequedad nasal.